Walking alone, again....

05:50 a.m cuando más placidamente dormía ha sonado el despertador. Pero un sábado a estas horas  ¿que hace sonando mi despertador? Si hoy no tengo que trabajar. Bueno una ducha fresca que me despierte, me afeito para estar decente, intento entrar en el dormitorio medio en penumbra para no despertar a mi esposa, pero ya es tarde el sonido del despertador la había molestado y estaba entre bostezos mirándome como me terminaba de vestir.
Poco después sin ponerme los zapatos para no despertar a mis 3 hijos, me voy al despacho, cojo mi libro de planillas, mi sello de caucho, reviso que tenga bolígrafo, lapicero, mi portatil y su cargador y lo guardo todo en el bolso de mano.
Ya serían las 06:10 a.m. cuando entré en el dormitorio y les veo como duermen, les lanzo un beso en la distancia y me despido de ellos con mis pensamientos.

Comienzo a bajar a la planta baja de la casa, y Marijose ya tiene el café caliente con unas magdalenas, lo tomo rápidamente, unas breves palabras de que pase bien el día, un beso corto y a la calle.

 Allí está esperándome, fría, silenciosa y oscura, en la distancia diviso mi coche y para dentro. Vuelvo a pasar por la puerta de mi casa y con un hasta luego vuelvo a decir adios a mi esposa y mis hijos.

Y ahi me encuentro yo 6:15  o 6:20 de la mañana caminando solo, de nuevo... uno de los pocos ratos que tengo para disfrutar de mi familia, de mis hijos, de mi esposa y me marcho a cumplir con una de esas auto-obligaciones que las personas a veces nos cogemos. Voy al concurso que organiza A.C.R.A. 2014 en Alcobendas para actuar de juez de la raza de canario que soy especialista.

Según avanzo por la A-42 sigo viendo lo mismo, nada, no hay coches, solo una niebla ligera que humedece la luna de mi coche y más oscuridad y poco a poco me voy acercando a mi destino.

He llegado pronto, sobre las 8:00 de la mañana, me gusta llegar antes del tiempo previsto para poder revisar las instalaciones, hablar con la sociedad de los pormenores del concurso y sin darte cuenta llegan las 9:00, y entro al despacho donde enjuiciaré a los animales que van a competir. Y una vez más cuando te sientas, veo el móvil y me vuelvo a acordar de mi mujer y mis hijos, y te vuelves a ver solo, en un sillón, en un lugar que no es el tuyo pero aun así sabe uno que esta donde quiere estar,  disfrutando de algo que te gusta, de intentar hacer lo que mejor crees por los canarios, por la organización que ha confiado en tu persona y por los criadores que han estado un año trabajando duro por ese momento y  todos estos pensamientos se convierten al poco en los primeros trinos,en  los primeros puntos, las primeras risas, sorpresas y decepciones...  y sin darte cuenta hay unos campeones , unos compañeros de afición que te han entendido, otros que esperaban más y otros que están conformes.
Y con esa sensación del trabajo bien hecho, vuelvo a montarme en mi coche caminando solo de nuevo, pero esta vez satisfecho y contento, analizando de nuevo detalles del certamen y anhelando volver a casa.

20:00 punto final, entro de nuevo en casa y en lugar de trinos oigo un grandioso ¡ Papiiiii !

Gracias familia por enterdemer cuando os dejo solos...... y aunque esta es mi historia. . Puede ser  perfectamente la de cualquiera de mis compañeros colegiados.

Comentarios

timbradogirona ha dicho que…
Buen artículo. El lector percibe la soledad de un juez mitigada por la pasión que mueve su afición a los canarios timbrados desde un prisma cálido, humano, familiar.
Muchas gracias amigo por tus palabras

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